皮亚佐拉大师，谢谢你的音乐

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阿斯特·皮亚佐拉于1921年3月11日出生在马德普拉塔，他是二十世纪最重要的阿根廷音乐家、作曲家和乐队演奏家，特以此文纪念他诞辰100周年。

阿斯特·皮亚佐拉的童年时光是在纽约度过的，他的家人在他不到三岁的时候就搬到了那里居住。不久之后，他的父亲，一个音乐爱好者，送给小阿斯特一个班多纽手风琴，但他必须要自己钻研学习，因为在美国几乎是不可能找到班多纽手风琴老师的。

年轻阿斯特的生活充满了各种像电影里那样的冒险经历，他深深地受到了在街上听到的各种音乐，爵士乐、古典乐和阿根廷流行音乐的影响，直到他成为其中的一员。1955年他回到了阿根廷，成为了探戈音乐艺术的革新者。

在他的传记中，最著名的一幕也许就是他在曼哈顿与探戈之神卡洛斯·加德尔会面的那幕。当时的阿斯特还是一名十几岁的孩子，担任歌手的导游兼翻译。加德尔对这个男孩感到非常满意，于是一年后，邀请他作为其拍摄电影《你爱我的日子》(1935)的配角，并且在听完他演奏手风琴后，提议他加入其电影拍摄队伍，一起环游美洲。阿斯特·皮亚佐拉的父亲不允许他这么做。因为阿斯特还太年轻，只有14岁。然而，父亲的此次拒绝却救了他的生命：就在几个月后，在一次旅行中，加德尔和他的整个团队在哥伦比亚的一次飞机失事中丧生。

阿斯特·皮亚佐拉的传记由他的女儿戴安娜执笔撰写，该书被翻译成中文，于2019年6月在阿根廷驻华大使馆进行了新书发布，阿根廷大使迭戈·盖拉亲自出席，该书翻译者欧占明和出版商人民日报出版社社长董伟出席了发布活动。

它讲述了作曲家在自己的土地上获得广泛认可的艰难历程，在那里，敢于演奏探戈被视为蔑视、不尊重传统、亵渎神明。但是，皮亚佐拉，在纽约实施禁酒法案的艰辛年代，似乎并没有被批评吓跑。

在布宜诺斯艾利斯定居后，皮亚佐拉与另一位阿根廷天才、古典音乐家阿尔贝托·吉纳斯特拉一起研究音乐，同时还创作了Rapsodia porteña (1952) 和 Sinfonía de Buenos Aires (1953)。

1968年，他创作了歌剧探戈《布宜诺斯艾利斯的玛丽亚》（小歌剧，他称其为皮亚佐拉），为此他甚至不得不抵押自己的房子。歌剧讲述了诗人霍拉西奥·费雷尔所写的一个故事，一个从郊区搬到城市中心的年轻女子的故事，在那里她学习了探戈并成为了妓女。

次年，皮亚佐拉开始创作更简单的主题，比如Balada para un loco，随着时间的推移，这首歌变得非常受欢迎，并由此产生了其他类似的作品：Balada para mi muerte, Balada para él 和 Chiquilín de Bachín。

在整个职业生涯中，阿斯特·皮亚佐拉在他的音乐作品中运用了一系列节奏创新。他的灵感部分来自他崇拜的艺术家，如阿尔弗雷多·戈比和奥斯瓦尔多·普卢吉斯。后者在他的一些作品中预料到皮亚佐拉以后会做什么。

他的杰作，如Historia del tango, Adiós Nonino或 Libertango无疑是将探戈音乐艺术提高到了一个前所未有的高度，并不可避免地影响了布宜诺斯艾利斯致力于流行音乐的后代艺术家。

在我们的图书馆里，大家可以找到上面提到的由奥古斯丁·哈德里奇演奏小提琴，巴勃罗·桑兹·维莱加斯演奏吉他的Historia del tango，还有Adiós Nonino和Libertango，以及加德尔的一些象征性歌曲或奥斯瓦尔多·普格利泽的作品，以及许多其他探戈杰作。为了纪念皮亚佐拉，接下来几周我们会在阅览室里专门设置一个区域来致敬这种音乐流派。

在他职业生涯的最后阶段，即1992年因中风导致他去世的前7年，阿斯特·皮亚佐拉在自己的领域得到了一致的认可，在录制了50多张唱片之后，几乎红遍全欧洲。1983年，在布宜诺斯艾利斯最重要的哥伦布剧院，音乐会结束后的那个晚上，他给孙子写了一封题词信：“献给我亲爱的丹尼尔托，永远不要忘记今夜这个你祖父胜利的夜晚。”

大师，感谢你的音乐。

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Maestro Piazzolla, gracias por la música

Se cumplen estos días cien años del nacimiento de uno de los músicos más relevantes del siglo XX, el compositor y bandeonista argentino Astor Piazzolla, quien vio la luz en Mar de Plata un 11 de marzo de 1921.

La infancia de Astor Piazzolla transcurrió en Nueva York, donde su familia se había trasladado a vivir cuando él apenas contaba tres años. Poco después, su padre, aficionado a la música, le regaló un bandoneón que el pequeño Astor tuvo que aprender a tocar por su cuenta. Era prácticamente imposible encontrar un profesor de bandoneón en Estados Unidos.

A través de una vida llena de peripecias que bien merecerían el rodaje de una película, el joven Astor fue absorbiendo influencias de las músicas diversas que escuchaba en la calle, del jazz, de la música clásica y de la música popular argentina hasta convertirse en uno de los artífices de la renovación del tango a partir de 1955, año en el que regresó a Argentina.

Quizás una de los episodios más conocidos de su biografía sea el de su encuentro con el dios del tango, Carlos Gardel, en Manhattan. Astor, todavía adolescente, sirvió de guía y traductor al cantante. Gardel quedó tan encantado con el muchacho que lo invitó un año después a participar como extra en la película que estaba rodando, El día que me quieras (1935) y también, tras escucharlo tocando el bandoneón, le propuso unirse a la gira de su grupo por América. El padre de Astor Piazzolla no le dio permiso para hacerlo. Astor era demasiado joven, solo tenía 14 años. Probablemente, esa negativa paterna le salvó la vida: unos meses después, durante esa misma gira, Gardel y todo su equipo perecieron en un accidente de avión en Colombia.  

La biografía de Astor Piazzolla, escrita por su propia hija, Diana, y traducida al chino, fue presentada en junio de 2019 en la embajada Argentina en Pekín con la presencia del propio embajador argentino, Diego Guelar, el traductor de la obra, Ou Zhanming y el director de la editorial Rénmín rìbào chūbǎn shè, Dong Wei.

En ella se narra el arduo camino del compositor hasta alcanzar el reconocimiento generalizado en su propia tierra, donde atreverse a jugar con el compás del tango podía considerarse un desprecio, una falta de respeto a la tradición, un sacrilegio. Pero Piazzolla, curtido en las duras calles de Nueva York durante los años de la Ley Seca, no parecía amilanarse ante las críticas.

Una vez establecido en Buenos Aires, había perfeccionado su técnica con otro genio argentino, el músico clásico Alberto Ginastera y al mismo tiempo había escrito su Rapsodia porteña (1952) y su Sinfonía de Buenos Aires (1953).

En 1968 compuso la ópera-tango María de Buenos Aires, (operita, la llamaba Piazzolla) por la que tuvo incluso que hipotecar su casa. Los textos, que narran la historia de una joven de los suburbios que se traslada al centro de la ciudad, donde conoce el tango y se convierte en prostituta, corrían a cargo del poeta Horacio Ferrer.

Al año siguiente, Piazzolla comenzó a escribir temas de mayor sencillez como Balada para un loco, que con el paso del tiempo pasó a ser un gran éxito popular, y de esta base surgieron otras composiciones similares: Balada para mi muerte, Balada para él y Chiquilín de Bachín.

A lo largo de su carrera, Astor Piazzolla aplicó una serie de innovaciones rítmicas en sus obras musicales. Su inspiración provenía en parte de artistas a los que admiraba, como Alfredo Gobbi y Osvaldo Plugiese. Este último, había anticipado en algunas de sus composiciones lo que Piazzolla llevaría a cabo posteriormente.

Sus obras maestras, como Historia del tango, Adiós Nonino, o Libertango, marcaron sin duda un antes y un después en la historia del tango, e influyeron de forma inevitable en las generaciones posteriores de artistas dedicados a la música popular de Buenos Aires. 

En nuestra biblioteca, a disposición de todos nuestros lectores, se encuentra la mencionada Historia del tango, interpretada por Agustin Hadelich al violín y Pablo Sáinz Villegas a la guitarra. También encontramos versiones de Adiós Nonino y Libertango, así como algunas de canciones emblemáticas de Gardel o las composiciones de Osvaldo Pugliese, junto a muchas otras obras maestras del tango. A este género musical dedicamos durante estas semanas, en honor a Piazzolla, un espacio especialmente destacado en nuestra sala de lectura.

En la última etapa de su carrera, apenas siete años antes del infarto cerebral que lo llevó a la muerte en 1992, Astor Piazzolla recibió el reconocimiento unánime en su tierra, después de haber grabado más de 50 discos, casi todos en Europa. Fue en el Teatro Colón de Buenos Aires, el más importante del país, en 1983. Aquella noche, definitivamente consagrado tras el concierto, escribió a su nieto una dedicatoria: «Para mi querido Danielito, que nunca te olvides de esta noche en la que tu abuelo triunfó».

Gracias por la música, maestro.

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